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domingo, 21 de diciembre de 2025

Un intercambio en clase de química

Hola hola! Reaparecí y con una historia larga, espero les guste y regreso en la semana con historias navideñas jeje. 


Un intercambio en clase de química.


Iniciaba el último año de preparatoria en el Colegio San Marcos, un instituto privado de élite en la ciudad. Ahí se encontraban varios de los hijos de las familias más ricas del país, uno de ellos era Iván, este era el típico chico popular: capitán del equipo de fútbol, alto, atlético y con una sonrisa y actitud arrogante que derretía a la mayoría de las chicas. Provenía de una familia muy rica; sus padres eran empresarios que viajaban por negocios constantemente, por lo que Iván siempre se encontraba solo en su espaciosa casa, su única compañía era el personal de servicio con el que contaba por lo que generalmente todosos fines de semana hacia fiestas en su casa.


En el colegio también se encontraba Sandra, quien era el polo opuesto a Iván, era la chica perfecta en el buen sentido: hermosa, con un cuerpo espectacular que llamaban la atención sin esfuerzo —caderas anchas, senos generosos y naturales, cabello largo y unos ojos que transmitían calidez y alegría—. Sandra también venía de una familia poderosa; sus padres, dueños de una cadena de hoteles, quienes vivían con ella en un lujoso penthouse en el centro de la ciudad y, aunque sus padres también viajaban con frecuencia Sandra tenía límites en su casa a diferencia de Iván. Sandy era la presidenta del consejo estudiantil, voluntaria en múltiples refugios y siempre estaba dispuesta a ayudar, el polo opuesto de Iván.



Sandra detestaba a Iván con toda el alma, ya que desde que se conocieron este nunca paró de molestarla por el simple hecho de que se le hacía atractiva. Con el tiempo el sentimiento de Sandy creció gracias a las actitudes y acciones que tenía Iván, tales como: su actitud machista, sus coqueteos insistentes para con ella y sobre todo que tratará a las chicas como trofeos. Cada vez que él se acercaba con piropo, ella lo rechazaba con frialdad.


Mientras Sandy disfrutaba su día con sus amigas mientras platicaba y planeaban su tarde en la clase de química el destino juntó a Sandy e Iván en el equipo para trabajar juntos.



Ese día, y sin saberlo, experimentaban con un compuesto extraño que el profesor había traído de un laboratorio y que por accidente se los dió a ellos. Era un reactivo experimental que supuestamente podía cambiar cuerpos si se se cumplían ciertas condiciones. E Iván, como siempre, bromeaba y distraía en la clase.


Iván: Oye, Sandra, si esto explota, al menos moriré junto a las más bella de todas. Sería romántico, no?

Pensó Iván: pinche Sandy que ganas le tengo pero, seguro hoy hago que caiga en mis encantos. Nadie se me resiste.



Sandra: puedes concentrarte? No seas idiota. Puedes arruinar el experimento si no prestas atención.

Pensó Sandra: Este imbécil presumido... como si yo alguna vez cayera en sus coqueteos.


De repente un cortó circuito ocurrió con un enchufe que había en la mesa, la chispa eléctrica saltó, cayó en el compuesto químico y... ¡boom! Una nube violeta los envolvió. El profesor rápidamente evacuó a todos del laboratorio y lo cerró para evitar que el humo saliera, cuando el humo se disipó, ambos alumnos estaban en el suelo, aturdidos.


Iván abrió los ojos y se sintió... diferente. Su punto de vista era más baja, su cuerpo más liviano pero con un peso extraño en el pecho. Miró hacia abajo y vio un par de senos grandes presionando contra el saco de la escuela. Cabello largo caía sobre sus hombros. Tocó su rostro y lo sintió suave y delicado.



Pensó Iván: Qué carajos...? Esto no puede ser real. Tengo... tetas?

Iván: Qué... qué mierda?


Al otro lado del laboratorio, Sandra se incorporaba con horror. Su cuerpo era alto, pesado y musculoso. Sentía como el saco de la escuela le apretaba en los brazos y la espalda, pero también un bulto entre las piernas.


Pensó Sandra: Esto es una pesadilla. Por qué siento algo... Entre mis piernas? No, no puede ser.

Sandra: Iván! Qué hiciste?


Se miraron el uno al otro y confirmaron lo peor, habían intercambiado cuerpos.


El pánico inicial fue total. El profesor los llevó al hospital, pero los análisis no mostraban nada anormal. El compuesto era experimental y no había antídoto conocido, nadie sabía cuánto duraría.


Tras horas de discusión, llegaron a un acuerdo entre los 3, no podían decírselo a nadie. Sus familias, amigos y la escuela los solo debían saber que fue una explosión que los dejo aturdidos y eso sería toso. Tendrían que fingir ser el otro hasta que encontraran una solución.


Así, Iván (ahora en el cuerpo de Sandra) se fue a el penthouse de Sandra, en dónde tendría que compartir espacio con los padres de ella y fingir ser Sandy cuando estubieran en la ciudad. Tendría que adaptarse a las reglas más estrictas, a la convivencia familiar y a fingir ser la hija perfecta que Sandy era.


Mientras tanto, Sandra (en el cuerpo de Iván) se fue a la casa de Iván, en dónde tendría que lidiar con el múltiple personal de servicio, los amigos que esperaban que hiciera fiesta cada fin de semana y la ausencia casi total de "sus padres."


Los primeros días fueron un torbellino de sensaciones nuevas y confusas para ambos.


Para Iván, en el cuerpo de Sandra, la primera noche fue reveladora. Al posarse frente al espejo comenzó a admirar el bello rostro de Sandy, era una cara suave y linda, ojos hermosos, un cabello suave y sedoso.



Se quitó la ropa escolar lentamente frente al espejo de su cuarto quedando totalmente desnudo. Apenado por ver el voluptuoso cuerpo de Sandy desnudo se dirigió al baño, se metió a la ducha, comenzó a enjabonarse y pasando un rato surgió la curiosidad, con pena sus manos temblorosas recorrieron la piel suave de los brazos, bajaron hasta los senos pesados y firmes. Al rozar los pezones con las yemas de los dedos, un escalofrío eléctrico le recorrió todo el cuerpo.


Pensó Iván: Dios... estos pezones son demasiados sensibles. Cómo puede algo tan pequeño sentir tanto?


Bajó más, explorando la curva de la cintura, las caderas anchas, hasta llegar entre las piernas. Allí no había un pene erecto como antes, ahora, solo una rendija suave y cerrada, una vagina que ya estaba ligeramente mojada por la curiosidad. Salió de la ducha con más curiosidad que antes, se sentó en la cama, abrió las piernas y se comenzó a tocar con delicadeza. Sentía como el clítoris se hinchaba y mojaba, al frotarlo en círculos lentos sintió un calor creciente, una necesidad profunda de sentir como algo llenaba su vagina que sentía como palpitaba.


Introdujo un dedo, comenzó a sacar y meterlos lentamente, unos pequeños gemidos salieron de su boca la cual tapó inmediatamente, luego metió dos, sintiendo cómo las paredes internas los apretaban cálidas y húmedas alrededor. El placer era diferente al que tenía como hombre, cuando llegó el orgasmo, fue como una explosión suave pero interminable, contracciones rítmicas que la hacían temblar, chorros de fluidos vaginales empapando las sábanas, dejándola jadeante, con lágrimas de placer en los ojos y una sonrisa involuntaria.


Pensó Iván: Mierda... esto es mejor que cualquier cosa que sentí como hombre. Cómo voy a volver a mi cuerpo después de sentir esto?


Por otro lado, para Sandra, en el cuerpo de Iván, la experiencia fue igual de impactante. Esa misma primera noche, sola en la gran casa de Iván, se encerró en el baño principal. Se quitó la ropa con manos torpes, mirando en el espejo ese cuerpo alto y atlético que ahora era suyo. Lo más extraño era ese pene entre las piernas, pequeño, colgando, pero que al pensar en su propio cuerpo original empezó a crecer y a endurecerse rápidamente. La erección fue repentina, esa verga se hinchó y creció, venosa, palpitante, apuntando hacia arriba.


Pensó Sandra: Es tan... Grande. No lo puedo controlar, solo quiero meterlo en algo...


Se sentó en el borde de la bañera, tomó el miembro con una mano y empezó a moverla arriba y abajo por instinto. La sensación era intensa, cada que bajaba y subía su mano su verga enviaba un placer extremo.


Al acelerar el ritmo, sintió el orgasmo acercarse, un pulso fuerte en la base, luego la explosión, chorros calientes y espesos de semen saliendo con fuerza, salpicando su abdomen. El placer fue grande, seguido de una satisfacción profunda pero breve, dejando el miembro sensible y palpitante.


Pensó Sandra: Tan rápido, tan directo... Me gustó...


Mientras tanto en el penthouse por la mañana 


Ivan se levantó desnudo de su cama, su "mamá" tocó la puerta, era un viernes, había que ir a la escuela. Al abrir el cajón de la ropa interior de Sandra, Iván encontró solo bragas cómodas de algodón y brasieres funcionales, nada sexy como a Iván le hubiera gustado. 


Sandra tenía un estilo aburrido, usaba ropa interior sencilla, calzones de algodón altos y brasieres básicos, nada provocativo. Pero pronto Iván tuvo una idea, se puso rápido un conjunto (el que se le hizo más coqueto), se arregló y salió rumbo a la escuela.



Durante la cena del día anterior su "papá" le había dado una tarjeta de crédito familiar como recompensa por su gran comportamiento y calificaciones, a Iván se le ocurrió ir en secreto al centro comercial y comprar esa lencería sexy que había imaginado que Sandra usaba. 


Salió de clases y puso rumbo a la plaza, ahí, entro a la tienda de lencería y usó la tarjeta de crédito familiar para comprar todo lo que siempre hubiera querido ver puesto en una mujer tan sexy como lo es Sandy, tangas de encaje, conjuntos de vinipiel, brasieres push-up que realzaban aún más ese busto enorme. Estaba asombrado de todo lo que sexy que existía en esa tienda y que ahora podía probarse a solas en casa.



Al llegar a casa lo primero que hizo fue comenzar a probarse todo, le encantaba cómo la tela rozaba su nueva piel sensible y cómo las tangas se hundía entre sus nalgas redondas y bien trabajadas cuando se la ponía, se mojaba de solo ver como los brasieres levantaban sus nuevos senos y los hacían ver más grandes y llenos.


En casa de Iván 


Sandra cada vez odiaba mas las erecciones matutinas incontrolables y como la testosterona hacía que estuviera cachonda todo el tiempo. Pero Sandra comenzaba a extrañar su antigua vida y lo peor era saber que Iván la estaba disfrutando en su lugar. 


Pensó Sandra: Ese idiota debe estar disfrutando demasiado mi vida...


Tiempo después 


Pasaron semanas. Sandy e Iván se veían en secreto para actualizarse y buscar soluciones en internet. Pero, al pasar el tiempo Iván empezó a disfrutar cada vez más el cuerpo y la vida llena de amor de Sandra, la atención que recibía, lo bien que se sentía usar ropa femenina (especialmente esas tangas que compró), y, sobre todo la vida llena de comodidad que te brinda el ser mujer.


Pensó Iván: Al principio, ser Sandra era un infierno... ahora no me imagino volver a ser yo... Ser ella se siente... Bien...


Una noche, los padres de Sandra salieron de viaje de negocios, dejando el penthouse completamente solo. Iván, se estaba masturbando en el cuerpo de Sandra (como ya era costumbre, lo hacía siempre mientras se bañaba o al salir de), tuvo una idea, le mandó un mensaje a Sandra y una foto de ella en ropa interior.


"Vente al penthouse. Tengo la casa sola por fin. Y podemos hablar... Ya sabes, ponernos al día"



Envío la foto seguido de un mensaje más.

"y tal vez podamos hacer algo más 😉."


Seguido de eso, Iván se metió a bañar, al salir comenzó a elegir cuidadosamente la ropa interior que se pondría y eligió una tanga blanca con un listón rosa, algo inocente pero sexy, seguido se arregló el cabello, se maquillo y se colocó unas arracadas de oro que sus "papás" le había regalado.



Ahora eligió su ropa, una falda a media pierna color café con una blusa blanca de cuello largo que hacían un match increíble, decidió no ponerse brasier, así tal vez provocaba más a Sandra y podría ver una erección en su antiguo cuerpo. Termino de arreglarse, se hizo un té y se sentó a esperar a Sandra.


Pasaron unos 20 minutos, Sandra llegó a tocar furiosa el timbre del penthouse.


Sandra: Qué demonios significa ese mensaje? Estás disfrutando de mi cuerpo y de mi casa como si fuera tuya! Y qué pasa con mi ropa interior‽ Compraste nueva ropa‽ Y esa ropa que traes puesta? Es súper reveladora y... Y no... No traes brasier? Que demonios te pasa Iván!


Pensó Sandra: "Está cambiando todo lo que soy... pero, por qué me excita ver mi cuerpo vestido así?


Ivan: oye tranquila, creo que le hice un favor a tu look anterior, ahora muestras lo buena que estás... O mas bien debería decir, muestro lo buena que estoy jeje.


Iván, hacía que el top blanco se viera increíble, sus pezones se marcaban perfectamente, se notaba que estaban ya endurecidos.



Iván: Mira, Sandra... Vamos a sentarnos en la sala y relajarnos un poco.


Sandra asintió con molestia y siguió a Iván al sillón.


Iván: Sandra o... debería decir Iván. He estado pensando algo. Este cuerpo es increíble. Y este penthouse... Tu vida es fabulosa y... Después de todo este tiempo tu vida la siento como mis... Si, compré ropa interior nueva por qué esas bragas tuyas eran aburridas; ahora me siento sexy todo el día. Aparte, tú en mi casa... no lo estás pasando tan mal, ¿verdad?


Pensó Iván: Mírala... tan fuerte ahora, sin duda le ha dado un buen mantenimiento a mi cuerpo.


Sandra se sonrojó.


Sandra: Solo quiero... volver a la normalidad...


Pensó Sandra: Mentira. Pensándolo bien creo que si me gusta ser Iván, ser hombre y sentir... Senir este poder... esta fuerza... me gusta demasiado sentir que puedo dominar a quien sea.


Iván se acomodo en el sillón y sonrió con alegría.



Iván: Mira Sandy, tal vez no tengamos regresar. Tal vez podamos vivir así, aparte... No sientes curiosidad de qué se sentiría estar... dentro de una mujer?


Pensó Iván: Estoy tan caliente desde que le mandé el mensaje.... Quiero que me toque... que me haga sentir por fin una mujer de verdad.


Sandra tragó saliva. Las hormonas de el cuerpo de Iván la traicionaba y ya tenía una erección notoria, la sentía dura y palpitante.


Iván: pero que te parece si mejor tomamos algo y nos relajamos un rato, total, esto es para ponernos al día, no?


Dijo de forma seductora.


Se sentaron en el sillón, de fondo la vista a la ciudad. Hablaron horas, con alcohol de por medio. La tensión sexual iba creciendo cada vez más, las miradas, lo comentarios sexualizandose y de pronto explotó la bomba, comenzaron los besos, las manos explorando sus antiguos cuerpos.


Iván apartó a Sandy, se paró del sillón y lentamente, levantó la falda mostrando su tanga. 



Iván: Quieres tocar? Es tu cuerpo, después de todo...


Pensó Iván: Estoy tan mojada... solo de pensar en lo que puede suceder.


Sandra, incapaz de resistir, se acercó. Sus manos grandes tocaron esos muslos grandes y suaves. Iván gimió levemente con la voz de Sandra mientras sentía las manos ásperas rozar sus enormes nalgas.


Luego, Iván se subió el top lentamente, exponiendo los pechos perfectos que alguna vez fueron de Sandra pero ahora son suyos, pezones rosados y erectos. 


Iván: Tócalos... como yo siempre quise hacerlo contigo...


Sandra estaba hipnotizada, nunca había visto sus senos de una forma tan lasciva como lo estaba haciendo ahora, será que ahora es un hombre? Ella había crecido con ese par de senos enormes pero ahora, ahora los veía de un punto de vista muy diferente.


Pensó Sandra: Dios, se ven tan ricos, nunca hubiera pensado que mis tetas se veían así de ricas para los hombres...


Sandra empujó a Iván al sillón y comenzó a masajear y chupar los enormes senos que le habían pertenecido.


Pensó Iván: Sus manos... Sus manos rodean totalmente mis tetas... Me encanta esto.



Sandra siguió amasando esos senos pesados y cálidos, comenzó a succionar esos pezones que se endurecían al instante en su boca caliente y húmeda, provocando que Iván jadeara y se mojara aún más, su vagina empapaba la tanga y sus fluidos comenzaban a gotear por los muslos.


Se besaron con furia. Iván guió la mano de Sandra a su vagina húmeda, apartando la tanga.


Iván: Siente lo mojada que estoy... Mi clítoris late por ti. Méteme los dedos...


Sandra introdujo sin dudar 2 dedos, sintiendo las paredes vaginales apretarlos. Iván sintió el primer orgasmo casi al instante, fue un orgasmo que lo hizo gemir fuerte, chorros de squirt salpicando la mano de Sandra.


Pensó Sandra: Se que es mi cuerpo... pero verlo así, corriéndose por mí... Me hace sentir increíble.


Iván apartó a Sandra y se puso de espaldas en el sofá, separando sus nalgas perfectas, hizo su tanga a un lado vagina mojadisima.



Iván: Métemela ya... quiero sentir cómo tú... Cómo tú verga me hace sentir lleno...


Pensó Iván: Necesito sentir mi pene... Necesito ser tomado como nunca.


Sandra sonrió, se quitó sus pantalones y le dió la vuelta a Iván, lo sentí y el se colocó encima del sillón quedando frente al que fuera su cuerpo. Coloco su verga gruesa en los labios de Iván y le dijo.


Sandra: Creo que tenías razón y debo admitir, ahora que yo soy tu entiendo por qué me tenías tantas ganas jeje. Ahora, chupala como hubieras querido que yo te la chupara a ti.


Iván sonrió, tomo con su pequeña mano su antigua verga y comenzó a lamer la cabeza primero para luego introducir la en su boca. La sensación era extraña, nunca antes hubiera imaginado que estaría lamiendo una verga como los vídeos porno que veía para masturbarse.


(Imagen 6: escena oral explícita nocturna, POV desde arriba, Iván mirando hacia arriba con ojos lánguidos mientras su boca se estiraba alrededor del grosor, saliva goteando por la barbilla, garganta contrayéndose en arcadas placenteras, la tanga aún corrida y su sexo visible goteando al sofá).


Pensó Sandra: Tenerlo así, de rodillas... es increíblemente sexy.


Sandra agarró el cabello de Iván y comenzó a meter y sacar su verga con un ritmo creciente, sintiendo por primera vez el placer de venirse en la boca de alguien. Iván se ahogaba con cada metida de verga en su boca, sentía como su propia vagina deseaba ser llenada.



El clímax oral llegó rápido. Sandra eyaculó con fuerza sobre el rostro de Iván, chorros calientes y espesos de semen salpicando cachetes y labios, goteando por el cuello hasta sus enormes senos desnudos.



Pensó Iván: Es caliente... Pegajoso... Espeso... me encanta este sabor, me fascina el semen.


Iván se lamió los labios con deleite, masturbándose mientras se tragaba el semen.


Sin descanso, Sandra pasó a la penetración, recostó a Iván quien simplemente se dejó llevar por Sandy. Iván abrió sus piernas y ya con la tanga hecha a un lado le dijo de manera sensual "una vez me la metas ya no volveremos a ser los mismos, estás lista... o más bien, estás listo?" Sandy se detuvo por un momento y coloco su verga grande en la entrada vaginal de Iván para contestar.


Sandra: si lo hago, prometes que estaremos juntos por siempre?


Iván quedó impactado por la respuesta y algo de entro de el se encendió, algo que como hombre jamás había sentido, tenía una sensación de cariño y de... Amor.


Iván: pues tu ya me hiciste tuya bebe.



Sin esperar más, Sandra introdujo su verga en la vagina que fuera suya, con la que creció y se masturbaba antes, ahora la estaba llenando y sintiendo palpitar y mojarse por sentir como es penetrada por su verga. 



Iván estaba acostado boca arriba con sus piernas levantadas sobre los hombros de Sandra, sintiendo cada embestida golpear la entrada de su útero, la verga tocaba el punto G en cada entrada, los orgasmos parecían con más frecuencia haciendo que su vagina apretara como loca la verga de Sandy.

Pensó Iván: Cada golpe... directo al punto... No puedo parar de correrme.


Iván gemía con fuerza, sintiendo cómo era penetrada cada vez con más fuerza, cómo la verga llegaba más profundo que nunca en esa posición, su culo rebotaba con cada embestida.

Pensó Iván: Me llena completamente... y me encanta.

Iván se sentía completamente indefenso, era penetrado sin piedad, cada embestida llegaba hasta el fondo hasta que el clímax llegó, Iván sentía como el semen llenaba su vagina hasta que Sandy la saco y le lleno todo el cuerpo con semen 

Pensó Iván: Me llenó... Ahora soy suya por completo.



Finalmente, exhausto, Sandy se sentó en el sofá, Iván quedó con piernas temblorosas, su tanga aún de lado, el semen espeso goteaba de su vagina cubriendo muslos y glúteos.



Después, exhaustos en el sofá, cubiertos de sudor y fluidos, se miraron. Sandra acarició el rostro de Iván.

Sandra: Creo que te amo...

Pensó Sandra: Nunca pensé que diría esto... Y menos a Iván pero... este cambio creo que hizo algo especial.

Iván sonrió, sintiendo el semen secándose en su piel y goteando aún desde su vagina.

Iván: Y yo a ti.

Pensó Iván: Este es mi cuerpo ahora. Mi vida. Y la quiero así, con el, con Sandy estando en ella.

Es noche se hicieron novios y decidieron no buscar como deshacer el intercambio. Ahora Iván esta disfrutando su nueva vida como la deliciosa Sandra usando sus tangas sexys, y Sandra suente el poder y confianza que el cuerpo de Iván le da.

Epílogo: Un año después

Habían pasado 1 año desde aquel incidente en el laboratorio. Nadie en la escuela ni en sus familias sospecho algo. Iván, ahora completamente cómodo como Sandra, se había convertido en la versión más radiante y segura de ella. Seguía siendo presidenta del consejo estudiantil, pero ya no rechazaba las invitaciones a fiestas; al contrario, llegaba del brazo de su novio, el capitán del equipo de fútbol.

Sandra había cambiado a Iván totalmente. El chico arrogante de antes ahora era atento, protector y sorprendentemente romántico. Ganó el campeonato nacional con el equipo y, en la celebración, dedicó el trofeo a su sexy novia.

La noche de aniversario, los padres de Sandra (ahora los de Iván) estaban de viaje. El penthouse estaba iluminado solo por velas y las luces de la ciudad que entraban por la enorme ventana. Iván, se puso debajo de su vestido negro (especial para su aniversario), un conjunto nuevo de lencería negra de encaje que había comprado especialmente para la ocasión, esperaba en el comedor.



El timbre sonó y al abrirse ahí estaba Sandra quien llegó con una botella de champán y una rosa roja. Se miraron en silencio un momento, como la primera vez, pero ahora sin rabia ni miedo, solo deseo y amor profundo.

Se sentaron el comedor y después de un largo rato de risas y plática Sandra habló.

Sandra: Un año desde que todo cambió. Y nunca he sido tan feliz.
Pensó Sandra: Este cuerpo es increíble... pero sobre todo, tenerla a ella.

Iván se levantó con una sonrisa, le tomo la mano y lo dirigió a la sala donde todo inició. Comenzó a quitarse el vestido y caminó hacia ella con esa sensualidad que ahora le salía natural, y se paró frente a Sandy colocando sus manos en la cintura.


Iván: yo nunca esperé que este cuerpo... esta vida... Me hiciera tan feliz... Pero aquí estamos y más felices que nunca. Así que "Iván" ven y sigue haciendome tuya bebé.

Decía Sandy mientras se sentaba en el sillón. 


Sandy se avalanzo sobre Iván y se comenzaron a besar despacio, sin prisa, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Las manos de Sandra recorrieron las curvas que una vez fueron suyas. Iván se dejó llevar como ya era costumbre, sintiendo de nuevo ese calor conocido subirle desde su vagina, los pezones endureciéndose bajo la tela, la humedad creciendo entre sus piernas.

Iván monto a Sandy en el sillón, sus piernas abiertas, si vagina rozando el bulto creciente se pantalón, sus tetas frente a la cara de Iván.

Sandra: me encanta como te queda este conjunto linda.


Esa noche no hubo prisa ni desesperación, fue lento, tierno, lleno de miradas y susurros de amor. Cuando llegaron al clímax juntos, Iván lloró de pura felicidad, abrazándola fuerte.

Después, acurrucados bajo una manta suave, con la cabeza de Iván apoyada en el pecho de Sandra, miraron las luces de la ciudad.

Iván: ¿Crees que algún día esto se deshaga?

Sandra besó su frente, acariciando su cabello largo.

Sandra: No. Este es nuestra vida ahora. Y nluchare por qué no cambie nada.

Iván sonrió, cerrando los ojos.

Iván: Entonces... feliz aniversario, amor mío.

Sandra: Feliz aniversario, mi Sandy preciosa.

Y así, en el penthouse durmieron abrazados, sabiendo que el accidente más extraño de sus vidas había sido, en realidad, el mejor regalo que el destino les pudo dar.

Fin.